sábado, 21 de abril de 2012

Fish Tank, de Andrea Arnold.

O como la vida puede ser una verdadera mierda cuando sólo eres una joven pasando su adolescencia.

Mía, la joven adolescente que protagoniza la película, tiene una mierda de vida, está sufriendo sus vacaciones estivales marcadas por una madre putón, borracha y despreocupada de sus hijas, y de una hermana menor, criada como puede, entre latas de cerveza vacía y resacas de la madre, imita todo lo que ve, vive con la amenaza de que al acabar el verano será enviada a un internado ante el descontrol y la falta de autoridad que la madre cree que sufre la deslenguada de Mia y lo que claramente hace es quiársela de en medio metiéndola en un puto rformatorio.

Mia vive gracias a 2 obsesiones: liberar a un caballo atado en un descampado propiedad de una familia que viven como nómadas en unas caravanas y bailar hip-hop. Estas son las dos únicas motivaciones que tienen sentido para ella, aunque casi le cueste una paliza por parte de los propietarios del animal. Su única compañía es la música que escucha desde su reproductor de CD's, el resto del tiempo, lo pasa escondida en un apartamento, sola, bailando, sintiéndose libre, sintiendo que es una persona rodeada de su particular paz.

Peeero aparece él, el guapisimo Magneto de First Class Michael Fassbender, el nuevo ligue de la madre, una persona que trata a las personas con respeto, y por primera vez, Mia se hace visible para alguien, la tiene en cuenta, la respeta, la escucha, la cuida, la mima, incluso le ánima para que se presente a una prueba de baile dejándole una videocámara para gravarse y enviar la cinta para concurso. Poco a poco pasa más tiempo con ellas, hasta pasar a vivir con ellas.

E inevitablemente, SPOILEEEEER!!!!

Como decía, inevitablemente, las hormonas de la juventud y sentirse escuchada, sentir que es importante para alguien, hace que surga una atracción sexual, miradas cómplices y encuentros poco casuales, hasta que al final... Hay sexo de por medio.

Sexo de borrachera por parte de él y de agradecimiento y curiosidad por parte de ella, pero a él le llega la lucidez y decide parar, cortar por lo sano y las abandona dejando la casa.

Inmediatamente la extraña felicidad que se había instalado encajando como si siempre hubiera sido así, se hace añicos, la madre vuelve a ser la puta borracha que llora una nueva ruptura de su amplio abanicootra idea de frustrados amores.

Mía lo sigue hasta casa, descubriendo una terrible verdad: no sólo vive en un barrio residencial de puta madre en una lujosa casa, sinó que está casado y tiene una pequeña de unos 4 añitos. Destroza a cualquiera descubrir esta mierda de realidad: has estado experimentando cómo es la vida en otro ambie te tan diferente y miserable a ese entorno.

Y destrozada no opta por idea de raptar a la pequeña para joderlo tanto como la han jodido a ella. Todo acaba bien excepto por un susto que lo pasas fatal al ver caer la pequeña al mar sabiendo que Mia no sabe nadar.

Después de varias desdichadas aventuras y ver que las pruebas de baile son para un club de stripers, toma la mejor y más dura de las decisiones que es es alejarse de la mierda de vida que le espera para en un futuro ser un clon borracho de su madre, se marcha, una nueva vida con uno de los propietarios del caballo.

Da rabia ver a madres así de hijas de puta, me conmociona ver fumar y beber a una niña de sólo 8 años y una adolescente que se echa a perder por no tener a una madre que ejerza como tal y se las quita de en medio en cuanto puede.

Merece la pena verla, apreciar lo que tienes, y maldecir a la zorra de la madre.

 

viernes, 6 de abril de 2012

Alps, de Giorgos Lanthimos

 

Película con extraños personajes como los de Canino y una historia que podría confundirse fácilmente con el mundo subrealista, extraño y sublime de Palahniuk.

Un extraño y variopinto grupo formado por 4 personas: 2 hombres de mediana edad, una mujer y una joven chica, que se deshacen de sus verdaderos nombres para adoptar nombres de montañas que forman los Alpes, de ahí el nombre de la película. Este acto ya nos anuncia el extraño ente de la película.

La misión del grupo: sustituir a miembros fallecidos en las familias y representando escenas que los familiars quieran o peor aún, que por algún extraño motivo necesiten representar para saciar su rota y enferma alma.

Cuando entiendes de qué va el film, no sabes a qué atenerte, a quién juzgar, si al extraño grupo o a los familiars que los contratan para que representen y sustituyan escenas cotidianas del ser fallecido.

Las rocambolescas historias que surgen, las extrañas fantasías y vidas que han de representar vacían de vida a una de las protagonistas, que no logra separar ya los diferentes personajes que ha de interpretar y cada una de estas interpretaciones las adapta a su ser como si fueran diferentes personalidades que ha de adoptar dependiendo de la actuación que ha de representar.

Personajes torturados emocionalmente, diálogos carentes de emoción, ausencia de amor, de cariño, personajes sin psonalidad propia, vidas amputadas por la pérdida de seres queridos, historias grotescas, todo es ficción, nada es real, la representación de vidas que nunca tendrán puesto que no tienen vida, su vida es la representación denla de los demás, son la sombra de la muerte.

Los colores empleados esta vez, muy al contrario que los de Canino, colores fuertes, llenos de vida para representar esa infancia e inocencia en su reducido mundo, en este film, los colores son apagados, carentes de vidas, grises, oscuros, nunca sale el sol, los exteriores son oscuros, de noche, lloviendo, gris, con nubes, atmosferas pesadas, ropas desaliñadas y esteética sobria, ayudando a que los personajes sean parte mimética de la sensación gris que produce verla.

Película imprescindible para sorprenderte con las diferentes historias que han de representar los actores, has de vivir la ausencias de vidas, interpretar la falta de emoción para comprender la rotura en el alma humana.

Imprescindible.

 

jueves, 5 de abril de 2012

London Boulevard, de William Monahan

Un buen cartel, Colin Farrel, Keira Knightley, Ben Chaplin entre otros, una buena historia, acciones vibrantes y destinos que han de cumplirse.

Mitchel (Colin Farrel) sale de la cárcel tras cumplir una pena de 3 años por una agresión, quiere encarrilaran vida, quiere rehacer y dejar atrás la mala vida, las malas costumbres y las malas compañías. Pero por culpa de su amigo Billy (Ben Chaplin) se meten en una espiral de mierda, que combina con una doble vida, la de guardaespaldas durante el día de una famosa actriz y modelo muy de moda, Charlotte, (Keira Knightley). Inevitablemente los dos mundos acaban mezclándose, acaban fundiéndose y acaban.

Empecé a verla con la actitud de película palomitera y al final acabó gustándome mucho y atrapándome hasta el final. Por cierto, y sin venir a cuento, qué bien le quedan los trajes de vestir a Colin.

Ciertas escenas te recuerden a momentos mafiosos de los Soprano, poder, dinero, corrupción, pero en el ambiente londinense y sus extrañas contradicciones inglesas, sus descaradas (in)correcciones en según que ocasiones.

Una vez más, se refleja el acoso de la prensa a los famosos, de cómo les modifica la vida, de cómo no pueden ir ni a comprar una simple crema que son reconocidos y acosados.

La película muestra, que nos gusté o no, es casi inevitable que tu pasado te siga, lo llevas pegado a la piel, y más si convives en cierta sociedad y tienes unas amistades, digamos, poco claras. Este pasado, se convierte en presente, y aunque no quieras, en un futuro mucho peor.

Me gusta el ritmo de la película, cómo mezcla su intento de vida honrado como guardaespaldas durante el día, y cómo su otra vida, la que intenta esquivar de forma inútil, le atrapa, le mezcla en una espiral de violencia, sentimientos y dinero sucio.

Me rechina un poco la extraña actitud de la protagonista, aunque se pueda entender por la agresión que cuentan que sufrió, no me acaba de gustar su falta de actitud, sus divagaciones, su estado herrante, neurótico e ido.

Entretenida, violenta y para mi, con un injusto final pero coherente, no sin darte mucha rabia y te entran las ganas de patearle la puta cabeza a cierta escoria que aparece, que refleja una realidad intocable cada vez más presente en nuestra vida, en nuestra realidad.

 

 

 

 

martes, 3 de abril de 2012

Four Lions, de Christopher Morris


Increíble, sorprendente, cómo trata un tema tan serio y además desde esa perspectiva, desde la perspectiva de unos activistas islámicos y cómo preparan un atentado suicida. Pero viendo la portada de la película, creo que os podéis hacer una idea del enfoque cómico que el director nos muestra.

La historia se desarrolla en Londres, y trata de 4 activistas islámicos, uno de ellos es realmente digamos, el cerebro, Omar, y el resto, pues no dan para mucho más. Omar ha de liderar al cuarteto hacia unos atentados suicidas contra una mezquita para que cause el levantamiento del pueblo islámico contra el resto del mundo.

Lo que me impactó del film es como enfoca el sentimiento, la idea y el convencimiento de matarse para un fin muy polémico y difícil de entender, como perpetrar un atentado suicida, además en una mezquita, su propia religión, su propia gente, y todo para que lleguen a pensar que es un atentado racista y que el pueblo islámico se revele contra el mundo occidental.

Además, Omar el cabeza pensante, casado y con un niño, desarrolla, perfecciona el plan, los sitios, el qué, el cómo, dónde, la "grandeza" de su convicción trasladado a su grupo. Lo que me alucina es cómo lo comenta a su esposa, con qué naturalidad y con qué orgullo lo recibe ella, como si fuera un viaje de unos días.

Para suavizar el tema, lo ameniza con un grupo variopinto, patoso, radical y divertidamente loco. Lo adorna con 2 chicos con nada de luces, un extremista radical que hace mucha gracia con sus comentarios y con sus acciones, y tristemente con la claridad del proyecto de Omar y el que coordina y piensa de forma "normal".

Me sorprende e impacta varias cosas de esta película, como el tema que trata, cómo se trata, la parodia de las acciones en algunas ocasiones, la tremenda naturalidad con la que se habla y se coordina el atentado suicida, la aproximación a dos puntos de vista diferentes como la del propio hermano de Omar, un ultra conservador, estudioso y precursor de las costumbres más conservadores de su religión, ante la contraposicion de la mente más radical y activa del protagonista.

No nos podemos tomar esta película más allá de cómo lo plantea y desarrolla el propio director. La recomiendo puesto que en más de una ocasión saltaréis con carcajadas ante las situaciones que viven.